Cada diciembre, Cusco revive una de las expresiones culturales más profundas y auténticas de su identidad. Durante los días 22, 23 y 24 de diciembre, la Plaza de Armas de Cusco se transforma en el escenario del Santurantikuy, una feria tradicional que reúne fe, arte popular, memoria histórica y comunidad en un solo espacio.

Las calles se llenan de color, aromas y sonidos propios de la temporada. Familias enteras recorren los puestos, artesanos acomodan con cuidado sus piezas y la ciudad adopta un ritmo distinto, marcado por la expectativa de la Navidad. El Santurantikuy no es solo una feria: es una experiencia colectiva que se vive con calma, respeto y sentido de pertenencia.

A diferencia de otros mercados navideños del mundo, el Santurantikuy no surge como un evento comercial ni turístico. Es una tradición viva, profundamente arraigada en la vida cusqueña, donde la Navidad se entiende desde una mirada andina, cargada de simbolismo, espiritualidad y continuidad cultural.

¿Qué es el Santurantikuy y por qué es una tradición tan importante en Cusco?

El Santurantikuy es una feria artesanal y religiosa dedicada principalmente a la venta de imágenes sacras y elementos para armar los nacimientos navideños o pesebres, una práctica central en los hogares cusqueños. Sin embargo, su importancia va más allá de la compra de figuras: representa un momento de preparación espiritual y familiar previo a la Nochebuena.

Aunque el 24 de diciembre sigue siendo el día central y más simbólico, en la actualidad el Santurantikuy se celebra durante tres días: 22, 23 y 24 de diciembre, lo que permite a la población local y a los visitantes recorrer la feria con mayor calma, dialogar con los artesanos y apreciar el valor artístico de cada pieza.

Para Cusco, el Santurantikuy no es solo una feria anual: es una práctica cultural que conecta generaciones, refuerza la identidad local y mantiene viva una tradición que ha sobrevivido a siglos de cambios históricos y sociales.

Importancia del Santurantikuy dentro de las fiestas del Perú

Dentro de las fiestas del Perú, el Santurantikuy ocupa un lugar especial por su profundidad histórica y simbólica. A diferencia de otras celebraciones religiosas, el Santurantikuy cusco no se limita a un acto litúrgico, sino que integra arte, comunidad y tradición viva. La importancia del Santurantikuy radica en su capacidad de preservar prácticas culturales ancestrales mientras se adapta al Cusco contemporáneo.

La historia del Santurantikuy demuestra cómo una feria artesanal puede convertirse en un símbolo de identidad regional y nacional, siendo hoy reconocida como una de las expresiones más auténticas de la Navidad andina.

Origen del Santurantikuy: significado, historia y raíces coloniales

¿Qué significa Santurantikuy en quechua?

La palabra Santurantikuy proviene del quechua y está compuesta por dos términos fundamentales:

  • Santu: santo

  • Rantikuy: comprar o vender

Su traducción literal es “venta de santos”, una definición que describe su función original durante el periodo colonial. Sin embargo, esta traducción no logra abarcar la profundidad cultural, simbólica y social que el Santurantikuy ha adquirido en Cusco a lo largo de los siglos.

En el contexto andino, el acto de rantikuy (intercambio o compra) no se limita a una transacción económica. Tradicionalmente, implica también un vínculo social, un acto de reciprocidad y reconocimiento mutuo. Por ello, el Santurantikuy no debe entenderse únicamente como un mercado, sino como un espacio de encuentro entre artesanos, familias y comunidad, donde el valor simbólico de las piezas es tan importante como su valor material.

Importancia del Santurantikuy dentro de las fiestas del Perú

Dentro de las fiestas del Perú, el Santurantikuy ocupa un lugar especial por su profundidad histórica y simbólica. A diferencia de otras celebraciones religiosas, el Santurantikuy cusco no se limita a un acto litúrgico, sino que integra arte, comunidad y tradición viva. La importancia del Santurantikuy radica en su capacidad de preservar prácticas culturales ancestrales mientras se adapta al Cusco contemporáneo.
La historia del Santurantikuy demuestra cómo una feria artesanal puede convertirse en un símbolo de identidad regional y nacional, siendo hoy reconocida como una de las expresiones más auténticas de la Navidad andina.

El Santurantikuy en el periodo colonial

El Santurantikuy se originó entre los siglos XVI y XVII, durante el periodo colonial, en un contexto de profunda transformación cultural en el Cusco. Tras la conquista española, la Iglesia Católica promovió activamente el uso del arte religioso como herramienta de evangelización, considerando la imagen visual como un medio eficaz para transmitir la doctrina cristiana a la población indígena.

En este escenario surgieron los imagineros cusqueños, artesanos especializados en la elaboración de esculturas religiosas. Muchos de ellos adaptaron técnicas europeas a materiales locales y a una sensibilidad visual andina, dando lugar a un estilo propio. Estas esculturas no solo estaban destinadas a grandes templos y conventos, sino también a los hogares, donde el nacimiento navideño se convirtió en un espacio central de devoción familiar.

La feria del Santurantikuy nació como un espacio organizado donde estos artesanos podían ofrecer sus obras antes de la Navidad, permitiendo que las familias adquirieran las piezas necesarias para armar sus nacimientos. De esta manera, la fe cristiana se integró al ámbito doméstico, reforzando prácticas religiosas cotidianas y fortaleciendo el vínculo entre arte y espiritualidad.

El Santurantikuy está estrechamente vinculado a la Escuela Cusqueña, uno de los movimientos artísticos más importantes del Perú colonial. Este estilo se caracterizó por reinterpretar modelos europeos desde una perspectiva local, incorporando colores intensos, rasgos andinos, paisajes serranos y elementos propios del entorno.

A diferencia del arte religioso europeo, las obras cusqueñas no buscaban únicamente la fidelidad académica, sino también la cercanía emocional y simbólica con la población local. En ese sentido, el Santurantikuy desempeñó un papel clave al permitir que este arte trascendiera los espacios formales  como iglesias o colecciones privadas y se integrara plenamente en la vida cotidiana.

Gracias a la feria, el arte religioso dejó de ser exclusivo de las élites o del clero y pasó a formar parte del hogar, convirtiéndose en una expresión accesible, viva y profundamente significativa para la sociedad cusqueña.

Sincretismo cultural: tradición andina y cristianismo

Con el paso del tiempo, el Santurantikuy incorporó de manera natural elementos de la cosmovisión andina, dando lugar a un proceso de sincretismo cultural único. Las figuras cristianas comenzaron a representarse en paisajes serranos, acompañadas de animales locales como llamas y alpacas, y rodeadas de materiales naturales como musgo, ichu y piedras.

Este proceso no fue una simple adaptación estética, sino una forma de reinterpretar la fe cristiana desde la lógica andina, donde la naturaleza, la tierra y los ciclos del tiempo tienen un carácter sagrado. Así, el nacimiento de Jesús se sitúa simbólicamente en los Andes, en armonía con la Pachamama y los apus.

El Santurantikuy refleja, de este modo, la capacidad del Cusco para integrar creencias distintas sin anularlas, creando una expresión religiosa propia que sigue vigente hasta la actualidad. Cada figura, cada escena del pesebre andino, es testimonio de este diálogo histórico entre dos mundos que, lejos de excluirse, encontraron una forma de coexistir.

Santurantikuy en la tradición oral y literaria

El Santurantikuy también ha inspirado relatos y expresiones literarias. Existen cuentos de Santurantikuy que narran la experiencia de la feria desde la mirada infantil y comunitaria. En este contexto, se suele mencionar al autor del cuento Santurantikuy, así como referencias al cuento Santurantikuy actor, especialmente en adaptaciones escolares y representaciones culturales.

Estas expresiones refuerzan la presencia del Santurantikuy en la memoria colectiva y en la educación cultural del Cusco.

¿Dónde se celebra el Santurantikuy en Cusco y en qué fechas?

Santurantikuy en la Plaza de Armas de Cusco

La Plaza de Armas de Cusco no es un lugar elegido al azar. Antes de la llegada de los españoles, fue el centro ceremonial del mundo inca; posteriormente, se convirtió en el núcleo político y religioso de la ciudad colonial. Celebrar el Santurantikuy en este espacio refuerza su carácter simbólico, histórico y comunitario.

Durante los días de feria, la plaza se transforma en una gran galería de arte popular al aire libre, rodeada por la Catedral del Cusco y la iglesia de la Compañía de Jesús, creando un escenario único donde pasado y presente se entrelazan.

Fechas del Santurantikuy: 22, 23 y 24 de diciembre

En la actualidad, el Santurantikuy se realiza los días 22, 23 y 24 de diciembre, una ampliación que responde tanto al crecimiento de la feria como a la necesidad de facilitar la participación de la comunidad local y de los visitantes.

Aunque el 24 de diciembre continúa siendo el día central y más simbólico cuando la feria alcanza su mayor intensidad en afluencia de público y carga emocional, los días 22 y 23 de diciembre permiten recorrer el Santurantikuy de manera más pausada. Estos días previos son especialmente valorados por quienes buscan apreciar con detenimiento el trabajo artesanal, conversar con los imagineros y elegir piezas con mayor tranquilidad.

El día 24, en cambio, tiene un carácter más ritual y emotivo. Para muchas familias cusqueñas, visitar el Santurantikuy ese día forma parte de la preparación final para la Nochebuena. La feria se vive como un acto colectivo que marca el cierre del ciclo previo a la Navidad y el inicio de las celebraciones familiares.

De esta manera, el Santurantikuy no se limita a una fecha puntual, sino que se extiende a lo largo de varios días, permitiendo distintas formas de vivir la experiencia: desde la contemplación tranquila hasta la vivencia intensa y comunitaria de la víspera navideña.

Santurantikuy y la Plaza de Armas en Cusco: ubicación y significado urbano

El Santurantikuy y la Plaza de Armas en Cusco están profundamente conectados. La ubicación del Santurantikuy en el corazón histórico de la ciudad refuerza su carácter ceremonial y comunitario. Para quienes se preguntan de dónde es la feria de Santurantikuy, la respuesta es clara: nace y se vive en Cusco, específicamente en su espacio urbano más simbólico.

Durante la feria del Santurantikuy, la plaza se convierte en un punto de encuentro donde convergen pasado y presente, fe y vida cotidiana, reafirmando el valor del Santurantikuy como patrimonio cultural.

El Santurantikuy como feria artesanal y mercado tradicional

El Niño Manuelito: el corazón del Santurantikuy

El Niño Manuelito es la figura central del Santurantikuy y una de las expresiones más representativas de la religiosidad cusqueña. Se trata de la versión local del Niño Jesús, caracterizada por un alto grado de realismo: ojos de vidrio, cabello natural y rasgos humanos muy marcados.

En muchos casos, el Niño Manuelito presenta pequeñas heridas simbólicas que anticipan el sufrimiento futuro de Cristo. Para las familias cusqueñas, adquirir o renovar el Niño Manuelito no es un simple acto decorativo, sino un gesto de fe y devoción profundamente arraigado.

Figuras religiosas y personajes andinos

Además del Niño Manuelito, la feria ofrece:

  • Santos y vírgenes venerados en Cusco
  • Reyes Magos y pastores con vestimenta andina
  • Ángeles y arcángeles tallados a mano

Estas figuras muestran cómo el cristianismo fue reinterpretado y adaptado al contexto cultural de los Andes, dando lugar a expresiones únicas de arte religioso.

Animales andinos y elementos naturales del pesebre

El pesebre cusqueño se distingue por incorporar el entorno andino:

  • Llamas y alpacas reemplazan a los animales europeos
  • Cóndores simbolizan la conexión con los apus
  • Musgo, ichu, retama y piedras recrean la geografía serrana

De este modo, el nacimiento se traslada simbólicamente a los Andes, reforzando el vínculo entre fe y territorio.

El rol de los artesanos en el Santurantikuy

Los artesanos del Santurantikuy no son vendedores ocasionales. Muchos pertenecen a familias que han participado en la feria durante generaciones, transmitiendo técnicas de tallado, modelado y policromía de forma hereditaria.

Cada pieza es única y puede tomar semanas o incluso meses de trabajo. Comprar en el Santurantikuy significa adquirir una obra de arte popular cargada de historia, conocimiento y memoria cultural.

¿Qué representa el Santurantikuy para Cusco y su identidad cultural?

El Santurantikuy como patrimonio cultural y artístico

El Santurantikuy es un patrimonio cultural vivo que garantiza la continuidad del arte popular cusqueño. Cada pieza refleja técnicas, conocimientos y estilos transmitidos de generación en generación.

La feria como encuentro familiar y tradición viva

Visitar el Santurantikuy es un ritual familiar. Niños, jóvenes y adultos participan activamente, fortaleciendo la memoria colectiva y asegurando la continuidad de la tradición.

Cómo visitar el Santurantikuy

Para muchas familias cusqueñas, visitar el Santurantikuy es parte de la preparación espiritual para la Navidad. Elegir una figura religiosa, renovar el nacimiento o simplemente recorrer la feria se convierte en un acto de reflexión, recogimiento y devoción.

La feria invita a la contemplación y al diálogo, manteniendo un ritmo distinto al de las celebraciones comerciales modernas, donde el valor simbólico supera al material.

El Santurantikuy en el Cusco contemporáneo

Hoy, el Santurantikuy convive con un Cusco moderno y turístico sin perder su esencia. Aunque cada vez más visitantes nacionales e internacionales se acercan a la feria, el evento sigue respondiendo principalmente a la dinámica local y a las necesidades de la comunidad.

Las autoridades municipales regulan la organización y el orden, pero el espíritu del Santurantikuy permanece en manos de los artesanos y de la población cusqueña.

Cómo visitar el Santurantikuy: consejos prácticos

Los días 22 y 23 de diciembre son ideales para recorrer la feria con calma y apreciar los detalles de las artesanías. El 24 de diciembre ofrece una experiencia más intensa y emotiva, aunque con mayor afluencia de público.

Qué comprar en el Santurantikuy y cómo elegir artesanías

Se recomienda observar con detenimiento, valorar el trabajo artesanal y conversar con los imagineros para comprender el significado de cada pieza.

Clima, vestimenta y recomendaciones

  • Llevar ropa abrigadora e impermeable
  • Usar calzado cómodo
  • Portar efectivo en soles
  • Negociar precios con respeto y valoración del trabajo artesanal

El Santurantikuy y la Navidad en Cusco

El Santurantikuy marca el inicio simbólico de la Navidad cusqueña. Tras la visita a la feria, las familias regresan a casa para armar el nacimiento y prepararse para la Nochebuena, cerrando un ciclo cultural que une pasado y presente.

Santurantikuy: una tradición que mantiene viva el alma andina

Celebrado cada 22, 23 y 24 de diciembre en la Plaza de Armas de Cusco, el Santurantikuy es mucho más que una feria navideña. Es una expresión profunda de identidad, fe y memoria colectiva. Vivir esta experiencia permite comprender cómo Cusco mantiene viva su herencia cultural a través del arte, la tradición y la comunidad.

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