El Parque Nacional del Manu, se encuentra en el centro mismo de la cuenca amazónica y es uno de los lugares con mayor biodiversidad del planeta, el Parque Nacional Manu se extiende por territorios de las regiones de Cusco y de Madre de Dios. Desde 1977 está reconocido por la Unesco como Patrimonio Natural de la Humanidad. El Parque Nacional del Manu potencia millones de hectáreas de bosque tropical, de bosque nuboso o de ecosistemas andinos y constituye un verdadero corredor biológico desde los glaciares de los Andes hasta las llanuras amazónicas.
Visitar el Manu es introducirse en la naturaleza todavía intacta; los sonidos de los ríos y del canto de los pájaros sustituyen el ruido de las ciudades; los pueblos indígenas conviven todavía conservando sus lenguas, sus costumbres y sus formas de vida.
Parque Nacional del Manu
El Parque Nacional del Manu comprende casi dos millones de hectáreas, que van desde las cumbres andinas que sobrepasan los 4.000 metros de altitud a las planicies amazónicas a menos de 200 metros sobre el nivel del mar. Esta concentración altitudinal genera una diversidad de ecosistemas que la convierte, probablemente, en la del mundo.
En sus inventarios, los científicos han documentado más de 20.000 especies de plantas, 1.000 especies de aves (equivalentes a cerca del 10 % de las del mundo) y cientos de mamíferos, reptiles y anfibios. También es posible encontrar algunos de los animales más representativos, como el jaguar, el lobo de río gigante, el oso de anteojos, el mono araña, el caimán negro, el tucán y la guacamaya roja.
El Manu también acoge pueblos originarios de la Amazonía que conservan su idioma y su cultura ancestral, por ejemplo los Mashco-Piro, que viven en condiciones de aislamiento voluntario y sin contacto con el exterior. La preservación del equilibrio entre vida humana y naturaleza ha hecho que el Manu sea considerado un santuario natural y cultural a nivel mundial.
Geografía y ecosistemas
La riqueza del Manu es fruto de su amplia gama de pisos ecológicos. De las frías cumbres andinas a las tierras bajas de la Amazonía, el paisaje cambia sustancialmente y en la zona alta predominan los bosques de neblina cubiertos de musgo, orquídeas y bromelias. Estos bosques serían capaces de capturar la humedad de las nubes y generar así microclimas óptimos para especies endémicas; cuando se desciende a la selva, el medio ambiente se torna más cálido y húmedo. En las planicies amazónicas, crecen árboles gigantescos que superan los 40 metros de altura, lianas y palmeras que forman un dosel verde interminable. Ríos muy serpenteantes como el Madre de Dios y el Manu dan sustento a lagunas donde se encuentran nutrias, caimanes y una amplia variedad de aves acuáticas.
Cada región del parque tiene su propia personalidad: el bosque nublado muestra el límite entre los Andes con la Amazonía, el bosque tropical permite adentrarse en la pureza de la selva.
Se estima que una única hectárea del Manu puede contener más de 250 especies de árboles, que da idea de por qué este lugar se considera una de las reservas naturales más ricas del planeta.
La mejor época para visitar el Parque Nacional del Manu
El clima del Manu depende de su localización entre los Andes y la Amazonía, de forma que presenta dos estaciones predominantes, la época seca y la época de lluvias, con dos experiencias diferentes pero donde la accesibilidad y las actividades dependen de la época.
Temporada seca (mayo – octubre)
Es la mejor época para ir a Manu. La lluvia es escasa, los caminos están más firmes y los ríos pueden navegarse con más facilidad. Por otro lado, en este período los animales se concentran en las orillas de los ríos y las lagunas, lo que aumenta las posibilidades de observación.
Los cielos despejados permiten poder deleitarse con los amaneceres sobre la selva e incluso tomar fotografías con gran claridad, ya que la temperatura media del día oscila entre los 25 y 30 °C, las noches son frescas y es la época más apropiada para el avistamiento de aves, excursiones en la canoa, caminatas y visitas a los collpas de guacamayos.
Temporada de lluvias (noviembre – abril)
La selva, en esta época, despliega su color más intenso: los árboles florecen, los ríos crecen, hay una atmósfera totalmente llena de vida. A pesar de que existen lluvias que pueden ser intensas, sobre todo desde enero hasta marzo, el acceso por carretera puede interrumpirse y limitar las actividades.
Sin embargo, la época de lluvias tiene su encanto: por un lado, la vegetación se muestra más intensa; el aire está más limpio y las cascadas naturales fluyen con fuerza. Aquellos que animen a viajar en este mes podrán disfrutar del Manu en su estado más auténtico, con menos turistas y una sensación más intensa de conexión con la naturaleza.

Cómo llegar al Parque Nacional del Manu
La llegada al Manu arroja a los viajeros por encima de montañas, valles, selva. En su mayor parte, los viajeros se trasladan desde la ciudad del Cusco, a 3.400 metros sobre el nivel del mar, atravesando la carretera y el río en su camino hacia el este.
Desde Cusco
Inicia el viaje realizando el trasvase terrestre entre Cusco y el pueblo colonial de Paucartambo, que destaca, entre otras cosas, por su puente de piedra y su festival en honor a la Virgen del Carmen. A partir de este punto comenzaremos a descender entre montañas cubiertas por la neblina hasta llegar a la zona del bosque nublado, donde es muy común observar aves como el Gallito de las Rocas, ave nacional del Perú.
Un poco más allá de allí se accede a las localidades de Pilcopata y Atalaya, en donde se inicia la navegación por los ríos Madre de Dios o Manu para dirigirse a los albergues ecológicos y la parte más profunda del Parque.
Contratar un tour (opción recomendada)
Dada la extensión y la dificultad de acceso a la zona, la mejor forma y la manera más segura de visitar el Manu es con una agencia de turismo autorizado. Las excursiones suelen durar entre 4 y 7 días e incluyen transporte, comidas, alojamiento, entradas al parque y guías naturalistas.
Las actividades a llevar a cabo durante el recorrido son:
- Caminatas nocturnas
- Observación de fauna
- Nnavegación en canoas
- Paso por torres de observación o collpas donde se alimentan los loros y guacamayos.
Los guías de la zona ayudan a localizar esas especies difíciles de observar: tapires, monos, osos hormigueros o jaguares, además de contar y explicar la relevancia ecológica y cultural del sitio.
Viajar por cuenta propia
Se puede llegar libremente a las localidades de Pilcopata o Atalaya en transporte público desde Cusco (el trayecto dura entre 7 y 8 horas). En la zona hay albergues familiares y ecológicos como el Gallito de las Rocas Lodge para los bolsillos más ajustados.
Pero la Zona Cultural solo puede ser visitada por viajeros independientes. En la Zona Reservada, se deben conseguir permisos extraordinarios y es obligatorio ir con un guía habilitado y calificado, puesto que las comunidades nativas y el ecosistema están bajo protección.

Zonas del Parque Nacional del Manu
El parque, sujeto a un sistema de tres zonas de protección y con distintos grados de acceso entre sí, se encuentra configurado de la siguiente manera: Zona Cultural, Zona Reservada y Zona Intangible (completamente restringida).
Zona Cultural (accesible al público)
La Zona Cultural presenta la condición de ser el límite entre la selva protegida y las comunidades que la habitan. Es la zona más accesible y de una zona de conexión con el modo de vida de las personas que habitan en la Amazonía.
Actividades recomendadas:
En este lugar podremos visitar los pueblos Salvación, Pilcopata o Atalaya, nadar en ríos de aguas cristalinas, recorrer senderos breves y navegar en bote en lagunas, por ejemplo, Cocha Machuwasi, donde habitan aves exóticas, caimanes pequeños y plantas acuáticas. También se impulsan proyectos de turismo comunitario, propiciando el aprendizaje de técnicas tradicionales de pesca, cultivo o elaboración de artesanías amazónicas.
Zona Reservada (área protegida)
La Zona Reservada es el núcleo del Parque Nacional del Manu. Solo puede ser visitada con guíasguias especializados y permisos especiales. En este lugar se encuentra la mayor diversidad de flora y fauna del parque, y la vivencia es mucho más salvaje y auténtica.
Hay navegación por el río Manu, hay lagunas de meandro y senderos donde se pueden tener avistamientos de nutrias gigantes, guacamayos, monos, jaguares. Los albergues allí son ecológicos, lejanos de los núcleos urbanos y en la naturaleza.

Consejos para viajar al Parque Nacional del Manu
Viajar al Manu necesita planificarse y se necesita tener en cuenta la actitud que se tiene respecto al entorno natural del lugar.
- Si planeas ir a la Zona Reservada recuerda haber reservado un tour con una empresa de turismo autorizada.
- Llévate ropa ligera de manga larga, repelente contra insectos, protector solar, linterna y poncho impermeable.
- Recuerda llevar dinero en efectivo porque no hay ningún cajero automático en la selva.
- Consúltalo con tu médico sobre la vacuna contra la fiebre amarilla, y si es necesario sobre la prevención contra malaria.
- No dejes residuos plásticos y cumple las normativas ambientales; no te las saltes.
- Disfruta del viaje con paciencia: la carretera puede ser larga pero cada tramo de la vía te está ofreciendo una nueva imagen del paisaje amazónico.
Preguntas frecuentes sobre el Parque Nacional del Manu
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El Parque Nacional del Manu está ubicado en el sureste del Perú, entre las regiones de Cusco y Madre de Dios, dentro de la cuenca del río Manu.
Abarca una enorme extensión que incluye bosques de neblina, pastizales altoandinos y selva amazónica.
Su geografía única que va desde los Andes tropicales hasta la selva baja lo convierte en uno de los parques nacionales más biodiversos del Perú, y un destino imperdible para quienes aman la naturaleza. -
La forma más práctica de llegar es contratando un tour organizado al Parque Nacional del Manu.
Estos recorridos incluyen transporte, alimentación, guías especializados y estadía en albergues ecológicos dentro de la selva. -
La mejor temporada para visitar el Manu es la época seca, entre mayo y octubre. Durante estos meses, el clima es más estable, los ríos son navegables y los animales se dejan ver con mayor facilidad.
En la época de lluvias (de noviembre a abril), las precipitaciones pueden dificultar los traslados, aunque la selva luce más verde, viva y fotogénica, ideal para quienes disfrutan de la fotografía y la observación de aves.
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El Manu ofrece una amplia variedad de experiencias:
- Avistamiento de fauna silvestre como monos, nutrias gigantes, guacamayos o incluso jaguares.
- Caminatas por la selva y rutas de observación de aves en la Zona Cultural.
- Navegación en canoa por el río Madre de Dios.
- Visitas a comunidades nativas, donde los visitantes pueden aprender sobre sus costumbres y su relación con la naturaleza.
- Alojamiento en eco-lodges que permiten vivir de cerca la experiencia amazónica con total respeto por el entorno.
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El Parque Nacional del Manu es una de las áreas naturales más importantes del planeta, ya que protege tanto la biodiversidad como el patrimonio cultural.
Allí habitan más de 1,000 especies de aves, cientos de mamíferos, reptiles y anfibios, además de pueblos indígenas que conviven en armonía con la selva.
Reconocido por la UNESCO como Reserva de Biosfera, el Manu cumple un papel clave en la conservación mundial y representa una de las mayores riquezas naturales del Perú.
