Ubicada en el interior del área de la selva peruana en el Amazonas, la Reserva Nacional Pacaya Samiria es uno de los increíbles tesoros que posee América del Sur. Recibe el nombre de la “selva de los espejos” por el reflejo perfecto que dan sus ríos y lagunas. Esta inmensa área protegida es un símbolo de vida silvestre y de cultura amazónica. Sus grandes bosques inundables conservan miles de especies de animales y plantas, muchas exclusivas del mundo, pero también tienen comunidades indígenas que han aprendido a vivir en perfecta armonía con la selva desde hace siglos.
¿Dónde se encuentra la Reserva Nacional Pacaya Samiria?
Antes de realizar las actividades de planificación de su viaje, es importante comprender de forma clara y precisa la magnitud y la situación que ofrece este ecosistema. La Pacaya Samiria ocupa la región Loreto, en el noreste del Perú, a unos 308 km al sudeste de la ciudad de Iquitos, la mayor ciudad e importante puerto fluvial de la Amazonía peruana.
La reserva está circunscrita por los ríos Marañón y Ucayali, los cuales son dos de los principales afluentes que dan origen al río Amazonas, el cual es considerado el más caudaloso del mundo. Para llegar a ella, los viajeros en la región tienen que navegar en bote o ir por carretera desde Iquitos a Nauta (un pequeño puerto fluvial que es la puerta de entrada a la reserva), para luego seguir navegando por el Marañón, para llegar a las tierras anegadas, donde la selva parece flotar sobre el agua.
En 2015, Pacaya Samiria fue mencionada internacionalmente como el segundo mejor destino en la Tierra para observar fauna silvestre, convirtiéndose de este modo en un destino de referencia para científicos, ecoturistas y fotógrafos que, de otra forma, desean practicar la fauna de la Amazonía.
¿Qué hace especial a Pacaya Samiria?
La Pacaya Samiria no es únicamente una selva cualquiera. La Pacaya Samiria es una selva inundable que, de una manera, es selva que se inunda periódicamente. Cada año, durante la época de lluvias, el agua se desborda de sus riberas, inundando gran parte del bosque, generando un paisaje extraordinario de aguas espejadas, lagunas y bosques también inmersos, únicos en el mundo.
Por este mismo motivo también ha obtenido la denominación de Amazonía del agua y la luz, en virtud de la cual los árboles, el cielo y las nubes se reflejan sobre el agua dando lugar a un universo reflejado, un mundo de belleza infinita. Esta combinación de agua y selva ha dado como resultado la existencia de una biodiversidad excepcional: se han registrado más de 1,000 especies de animales y 965 especies de plantas silvestres.
Entre algunos de los atractivos naturales más frecuentados podremos encontrar:
- Laguna El Dorado, famosa por sus reflejos dorados y su mágica puesta de sol.
- Lagos Yarina, Fortuna y Ungurahui, que son conocidos para la observación de aves y fauna silvestre.
- Bosques inundables y las cochas, donde se puede remar en canoa bajo los grandes árboles.
La reserva es también el lugar de vida de comunidades indígenas como los Kukama-Kukamilla, quienes han aprendido a convivir y contar con el medio circundante mediante la pesca artesanal, la agricultura sostenible y el turismo comunitario. Su respeto por el medio circundante demuestra que la forma de vida tradicional bien puede coexistir con la conservación medioambiental.

Qué hacer en la Reserva Nacional Pacaya Samiria
Captar la esencia del Parque Nacional Pacaya Samiria no se trata sólo de recorrer un camino que nos lleve a la reserva, sino de vivir la aventura de un encuentro real y tangible con uno de los ecosistemas más vivos del mundo. Hay actividades para todos aquellos que buscan aventura y una inmensa voluntad de observar fauna o bien tener una cierta conexión cultural con las comunidades que a sus orillas habitan.
Navegar por el río Marañón
El río Marañón es la puerta de entrada a la reserva. Desde su navegación se pueden observar caimanes que toman el sol, tranquilo tortugas que descansan en troncos o bien el vuelo de los guacamayos que vuelan entre las copas de los árboles. Navegarlo se convierte, por lo tanto, en algo más que un simple trayecto que nos lleva hasta la reserva. Moverse por el Marañón es además una muestra de encontrarse en el corazón vivo de la Amazonía. Los guías locales suelen compartir, durante la navegación, esos mitos y relatos que dan cuenta de la relación espiritual que a menudo los pueblos amazónicos han cultivado en relación al agua, para ellos fuente de vida, de sabiduría y de ensueño.

Explorar la Laguna El Dorado
La Laguna El Dorado representa la esencia misma de la Pacaya Samiria. Sus aguas reflejan el bosque, el cielo como si fuera un espejo natural. Con el tiempo se ha convertido en uno de los mejores sitios de paseos en canoa, avistamiento de aves y observación de delfines rosados, especialmente al amanecer o al atardecer, cuando el sol tiñe el agua de colores dorados y anaranjados. La serenidad de la zona… interrumpida únicamente por el canto de las aves… es una de las experiencias más inolvidables del viaje.

Aventura en el Lago Yanta
El lago Yanta es idóneo para los aficionados a caminar, remar o nadar en plena selva. Los caminos interpretativos nos invitan a conocer de qué manera las plantas medicinales de la Amazonia son útiles a las comunidades locales. Durante los paseos en canoa se pueden observar perezosos, monos aulladores, aves de los trópicos, así como peces de colores nadando en la superficie.

Visitar comunidades nativas
Más de 200 comunidades viven en la reserva y en sus colindancias y muchas de ellas pertenecen al pueblo Kukama-Kukamilla. Visitar alguna comunidad es una forma de conocer el día a día amazónico, de qué forma cultivan, pescan y elaboran artesanías a partir de materiales naturales. También es un medio para participar en intercambios culturales y para facilitar el turismo sostenible que promueve la economía de la región.

Caminatas nocturnas y observación de fauna
Cuando llega la noche, la selva cambia. Los paseos nocturnos guiados permiten descubrir la vida oculta del bosque; las ranas de colores, tarántulas, insectos bioluminiscentes, aves nocturnas.El sonido de la selva en la oscuridad, con un cielo estrellado, produce una atmósfera increíblemente mágica que es difícil de describir.

Circuitos turísticos y rutas en Pacaya Samiria
En la reserva existen diversos circuitos habilitados que fomentan el turismo responsable y la conservación. Cada circuito ofrece una manera diferente de conocer los ecosistemas amazónicos.
Cuenca Yanayacu-Pucate
Es la más concurrida y la más accesible desde Nauta. Arranca en la comunidad Veinte de Enero y conduce hasta la Laguna El Dorado. En esta área hay una gran variedad de delfines de río, loros amazónicos y tortugas de río. También existe alojamientos ecológicos y camping donde los viajeros pueden dormir, hacer recorridos en canoa o bien caminar entre árboles gigantes que se reflejan sobre el agua.
Cuenca del río Samiria
Esta cuenca está situada entre la parte media y baja del río Samiria y sus lagos Yarina y Fortuna. Es muy recomendable para aventureros en busca de una experiencia un poco más cultural: aquí se puede compartir con las comunidades locales y practicar con ellas pesca de tipo artesanal y costumbres ancestrales. Abundan en este lugar los monos capuchinos, las garzas y los guacamayos.
Cuenca baja del Pacaya
Considerada una de las zonas más prístinas y menos visitadas de toda la reserva, la cuenca baja del Pacaya permite que tengamos contacto con lo más salvaje de la naturaleza: los bosques inundables dan paso a verdaderos paisajes de árboles sumergidos durante meses, donde se da una observación frecuente de delfines, nutrias gigantes y aves migratorias, siendo una ruta muy recomendable para quienes buscan una experiencia profunda y más auténtica en la jungla peruana.

Preguntas frecuentes sobre la Reserva Nacional Pacaya Samiria
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Se encuentra en la región Loreto, a unos 308 km de Iquitos, entre los ríos Marañón y Ucayali, en plena selva amazónica.
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Entre las especies más destacadas están los delfines rosados, osos perezosos, monos, guacamayos, caimanes y el gigantesco paiche, símbolo de la Amazonía peruana.
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Desde Iquitos, se viaja por carretera hasta Nauta (unas 2 horas) y luego se continúa en bote por el río Marañón. Todas las visitas deben realizarse con guías autorizados o agencias oficiales.
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De mayo a octubre (temporada seca), ideal para las caminatas y paseos en bote.
Durante la época de lluvias (noviembre a abril), los paisajes se vuelven más verdes y las lagunas se llenan, ofreciendo otro tipo de experiencia. -
Sí. Existen varios albergues ecológicos que ofrecen alojamiento sostenible, excursiones guiadas y convivencias con comunidades locales. Es la mejor manera de vivir la Amazonía de forma responsable.