Parque Arqueológico de Pisac

Antes de visitar el lugar, es bueno conocer su situación y cómo acceder a ella, la proximidad de este lugar con Cusco hace que se trate de una de las excursiones más accesibles del valle y una de las más interesantes.

¿Dónde se encuentra Pisac?

El sitio se sitúa a 33 km de distancia de Cusco, en la provincia de Calca y es el umbral del Valle Sagrado. El poblado se sitúa como base de una montaña que termina con el complejo y a orillas del poderoso río Vilcanota.

Los medios de transporte para llegar son las minivanes públicas que salen desde la calle Puputi de Cusco; el trayecto dura aproximadamente 1 h y el coste es de alrededor de 5 soles. Una vez en el pueblo se puede optar, para llegar a las ruinas, por subir a pie o bien contratar un taxi local que te lleve hasta la parte alta.

Cómo visitar las ruinas de Pisac

La entrada al lugar se hace con el Boleto Turístico del Cusco, el cuál es válido también para otros puntos del Valle Sagrado como Ollantaytambo, Chinchero o Moray. El boleto puede adquirirse en la oficina del Ministerio de Cultura, en la Avenida El Sol de Cusco.

Otra opción práctica, es reservar un tour guiado, el cuál incluye el transporte, la entrada y un guía profesional, para tener una mejor comprensión acerca de la historia y la ingeniería inca del lugar, o bien hacerlo por tu cuenta, recorriendo el sendero a pie y disfrutando de las mejores vistas del valle y terrazas agrícolas.

El origen de Pisac puede situarse en la época del Inca Pachacútec en el siglo XV, uno de los hombres más poderosos de todo el Tahuantinsuyo. Este complejo tenía una función militar, religiosa y agrícola. Se encontraba en un lugar estratégico que controlaba el acceso al Valle Sagrado por el este, y permitía vigilar las rutas comerciales que conectaban Cusco con el bosque.

Después de la llegada de los españoles, el lugar fue abandonado y parcialmente destruido. Más adelante se fundó el pueblo colonial de Pisac en la parte baja del valle y las ruinas incaicas se mantienen como el testimonio del esplendor incaico.

Ahora, el parque tiene una extensión de más de cuatro kilómetros cuadrados a lo largo de los que podemos encontrar templos, andenes, canales de agua y torres de control que testimonian la armoniosa relación con la naturaleza que establecen los incas.

Pisac se encuentra dividido en diferentes sectores, cada uno de los cuales persigue un propósito diferente dentro del mundo inca. Desde áreas destinadas a la agricultura hasta espacios ceremoniarios, el propio conjunto es una muestra del dominio técnico y espiritual del imperio.

Diseño general

El complejo es célebre por sus más de 40 terrazas agrícolas dispuestas en forma de triángulo invertido, las cuales servían para controlar la erosión del suelo, para gestionar el agua o para desarrollar microclimas con distintos cultivos, y que eran sostenidas por muros de piedra.

Los canales y las escaleras de piedra permiten la distribución del agua por todo el sistema, lo que refleja la ingeniería hidráulica inca. En efecto, la localización del lugar sobre un precipicio le confería un carácter defensivo y estratégico, con unas vistas excelentes del valle.

Principales sectores del Parque Arqueológico de Pisac

• Grupo de Andenes de Acchapata: Grupo triangular de los andenes que podemos observar desde la zona baja del complejo, que representan el ingenio agrícola inca, con su capacidad de cultivar en terrenos escarpados.
• Torreones o “Torreones de Vigilancia”: Más de veinte torres que se encuentran construidas en la ladera y que están empalmadas por antiguos canales de riego, funcionando como puestos de control y defensa del valle.
• Barrio Intihuatana: Centro religioso del lugar de Pisac. En este barrio se encuentran decorados templos, fuentes y la piedra Intihuatana utilizada para ceremonias y observaciones astronómicas.
• Barrio K’allaq’asa: Es la parte más alta del complejo con una altitud de 3,400 metros sobre el nivel del mar, en donde se encuentran túneles, escalinatas, estructuras que se tallaban directamente en la roca.
• Tianayuc: Conocido por “el lugar del asiento”, destacando por un banco de piedra doble esculpido en una sola pieza de piedra, probablemente utilizado para rituales o descanso.
• Pisaq’a y QanchisRaqay: Sectores residenciales que contienen construcciones de piedras perfectamente ensambladas (sin el uso de mortero), ejemplos de la precisión incaica.

Recorrer estos espacios nos explica cómo los incas planificaban la ciudad entrelazando religión, agricultura y astronomía en una sola estructura.

Además de los vestigios, en Pisac se puede encontrar un sitio con localismos, artesanías y comida andina. Su ambiente apacible lo convierte en uno de los pueblos más bellos del Valle Sagrado

Visitar el mercado artesanal

El mercado de artesanías de Pisac es uno de los más célebres del sur del Perú. Funciona todos los días, aunque los domingos son los días más animados. Artesanos de comunidades aledañas vienen a vender textiles de lana, joyas de plata, cerámica tradicional y ropa de alpaca.

Asimismo, puedes degustar típicos alimentos del lugar como empanadas en horno, tamales o tortas de maíz, preparadas por los mismos habitantes del lugar. La recomendación es hacerlo por la mañana, cuando el mercado este más interesante en cuanto a colorido y movimiento.

Hacer la caminata a las ruinas

Para aquellos más osados, la caminata desde el pueblo hasta la antiquísima ciudad se convierte en un esfuerzo muy digno de llevar a cabo, ya que el recorrido tiene un arbolado sendero de piedra con andenes que asciende una altitud de aproximadamente 450 metros. Este largo recorrido tarda entre 2 y 3 horas en completarse y a lo largo del trayecto se tienen vistas espectaculares del valle y de las montañas que lo rodean.

Disfrutar a lo largo del camino de los restos de antiguos canales de agua, las flores silvestres, las aves altoandinas, es una de las rutas de senderismo más recomendadas del Valle Sagrado.

Explorar el Jardín Botánico de Pisac

Ubicado a escasos cinco minutos de la plaza principal se encuentra el Jardín Botánico de Pisac, un lugar de paz, donde se conservan especies de flora andina y amazónica, así como orquídeas, cactus, plantas medicinales y una colección de más de 200 variedades de papas nativas.

También hay pequeñas exhibiciones sobre insectos, minerales y ecosistemas locales, haciendo del Jardín Botánico de Pisac el lugar perfecto para familias y amantes de la naturaleza; abre todos los días de 9:00 a.m. a 5:00 p.m.

Previo a la visita a Pisac, vale la pena saber algunas informaciones referidas a los boletos, el clima y la altura llegado el caso de disfrutar de la experiencia sin contratiempos.

Horarios y entradas

El ingreso al Parque Arqueológico de Pisac está incluido en el Boleto Turístico de Cusco, que también da acceso a otros sitios del Valle Sagrado.

El horario de atención es de 7:00 h a 17:00 h y el período más aconsejado para la visita es por la mañana, intentando llegar antes de la llegada de los visitantes y para combatir las temperaturas agradables.

Altitud y clima

Pisac está situado a 3,300 metros sobre el nivel del mar y, por lo tanto, se recomienda aclimatarse antes de ir (uno o dos días en Cusco, por ejemplo). El clima es templado, con días soleados y noches frías.

La temporada seca, de mayo a octubre, es la más adecuada para caminar y sacar fotografías. De noviembre a abril llueve con más frecuencia, sobre todo por las tardes, aunque la vegetación se vuelve más verde y colorida.

Boletos y guías

Puedes adquirir el boleto en Cusco o bien comprarlo directamente en la entrada del sitio. Resulta aconsejable contratar un guía local que explique la simbología, las técnicas de construcción y la cosmovisión inca de cada estructura. Una visita guiada hace la experiencia más completa y da la posibilidad de valorar los detalles del conjunto arqueológico.