Cuando por fin pogas la vista en Arequipa, la ciudad blanca, es ineludible visitar el Monasterio de Santa Catalina. Desde la Plaza de Armas, a unas poco calles de distancia, este monasterio del siglo XVI considerado un completo conjunto religioso, es considerado una joya arquitectónica del Perú y, a su vez, de las más grandes de América. Lo llaman “una ciudad dentro de otra ciudad» porque posee más de 20.000 metros cuadrados con calles angostas, patios pintorescos, capillas, jardines, y viejas celdas que parecen detener el tiempo.

Fundado en 1579, el Monasterio de Santa Catalina se mantiene como un hogar de claustro que es hogar de unas pocas y elegidas monjas dominicas que continúan con sus tradiciones, y por lo tanto con su tradición espiritual. Pasar entre sus pasillos es una experiencia sosegada y reflexiva, así como una invitación a distanciarse del ruido contemporáneo para empaparse en la historia colonial de Arequipa.

Historia del Monasterio de Santa Catlina

La historia de este convento resume de forma maravillosa la mezcla que hubo entre la devoción religiosa española y las distintas tradiciones andinas que marcaron esta etapa virreinal. Desde su fundación, Santa Catalina se convirtió en la máxima exponente del poder espiritual y el poder cultural en el sur del Perú.

Fundación del monasterio

El Monasterio de Santa Catalina fue fundado el 10 de septiembre de 1579 bajo la autorización del virrey Francisco de Toledo, considerado uno de los virreyes más destacados del Virreinato del Perú. Tal idea surgió de Doña María de Guzmán, una viuda noble que decidió aportar gran parte de su patrimonio para crear un convento destinado a aquellas hijas de las familias españolas y mestizas más relevantes de esa época.

Durante los dos primeros siglos, este convento fue uno de los más exclusivos de Sudamérica, donde el ingreso era caro; cada novicia con derecho de entrada tenía acceso a su propio espacio particular: un hogar en miniatura con cocina, dormitorio y oratorio. Durante su máximo esplendor, el número de religiosas llegó a unas 300 que dedicaban su vida a la oración, al silencio y al trabajo manual.

Épocas de cambio

Durante los siglos, Santa Catalina soportó su forma de ser, algunos temblores, entre ellos un tremendo en 1582, que obligó a hacerle una gran parte de su forma de ser. Pero el convento se amplió con nuevos claustros, con nuevos fondos y con nuevas capillas, convirtiéndose en un verdadero santuario espiritual.

Durante más de trescientos años el monasterio fue un lugar totalmente cerrado. Cualquier visitante no podía ingresar, y la vida bajo la garita de sillar era un misterio. Ya en 1970 las puertas del convento se abrieron al público por primera vez. Este acontecimiento permitió enseñar al mundo la gran riqueza artística y arquitectónica que se ha preservado en su interior.

Santa Catalina Arequipa

Arquitectura y patrimonio artístico

El Monasterio de Santa Catalina es un magnífico ejemplar de la arquitectura colonial arequipeña. Su construcción está hecha de sillar que es una piedra volcánica oculta y blanca, que es extraída de los volcanes Misti y Chachani, a lo que debe su luminosidad, la que hace que dicha ciudad reciba el sobrenombre de “La Ciudad Blanca”.

Diseño colonial y materiales

El diseño del monasterio es resultado de la fusión del estilo barroco español con las técnicas constructivas locales que fueron alimentadas por la tradición andina. Para la erección de sus muros, por encima de los cuatro metros de espesor, se tuvo presente la resistencia a los frecuentes seísmos. Las calles internas tienen la denominación de ciudades dentro de España como Córdoba, Granada y Sevilla, lo que pone en evidencia el espíritu de la época colonial.

Los colores intensos que caracterizan los muros rojo, azul y ocre contrastan con el blanco del sillar constituyendo un ambiente visualmente atractivo, las bóvedas, los arcos y los contrafuertes como testimonio de la labor de los constructores andinos que desarrollaron y expresaron una cosmovisión aplicada a los detalles decorativos y tallados.

Colecciones de arte y galería

En el interior del convento se halla la Galería de Arte de Santa Catalina, una de las colecciones coloniales más relevantes del Perú; almacena más de 400 cuadros de la Escuela Cusqueña que refleja la conjunción de las técnicas del Renacimiento europeo con iconografía andina.

De entre las obras más importantes se encuentran las que ilustran la historia de Santa Catalina de Siena, patrona del convento, con marcos tallados tanto en cedro como en plata, además de ornamentación en pan de oro. También se preservan retablos, esculturas cristianas, y textiles bordados, desvelando así la devoción y el ingenio de las monjas que las ejecutaron durante todos esos siglos.

Principales espacios del monasterio

Visitar el Monasterio Santa Catalina es como penetrar en un pequeño pueblo detenido en el tiempo. Cada giro, cada esquina esconde una historia y cada recoveco delimita un clima de paz.

Entradas y patios

  • Puerta principal: arco de sillar tallado con la imagen de Santa Catalina de Siena.
  • El ingreso por la portada de sillar conduce al Patio del Silencio, lugar deshabitado para la oración y la meditación.
  • El Claustro de los Naranjos, datado del año 1738, es uno de los más fotografiados; en él, los árboles perfuman el aire del monasterio al tiempo que 3 cruces de madera recuerdan la pureza.
  • El Claustro Mayor, construido entre 1715 y 1723, se va decorando a partir de 32 pinturas que muestran la historia de Jesús y la Virgen María. Las paredes, los muros, las pinturas… parecen guardar la atmósfera mística de siglos de fe.

Espacios de vida cotidiana

  • La cocina del monasterio, con su techo abovedado y sus paredes de las que cuelga hollín, conserva todavía los utensilios de antaño que la comunidad de religiosas usaba.
  • La lavandería, de 1770, mantiene las tinajas de barro que eran alimentadas mediante un canal con agua del río Chili, muestra del ingenio hidráulico que era empleado en colonial.
  • El campanario, levantado entre 1740 y 1848, se alza sobre el conjunto y constituye, en el conjunto histórico de Arequipa, el más visible.
  • La iglesia mayor del convento mantiene un altar cubierto de pan de oro y plata, hecho de madera tallada, además de un viejo órgano con tubos que funciona, testigo de un esplendor religioso.

Visita al Monasterio de Santa Catalina

Locación y acceso

Calle Santa Catalina 301 es donde se ubica el Monasterio de Santa Catalina, el cual se localiza en pleno centro histórico de Arequipa, Patrimonio Mundial por la UNESCO desde el año 2000, y se puede acceder caminando desde la Plaza de Armas en menos de diez minutos o bien tomando un trayecto en taxi durante un par de minutos desde cualquiera de los hoteles del centro.

Tarifas de ingreso

Tipo de visitante Ticket Price
Entrada general 45 soles
Adultos mayores (60+) 25 soles
Estudiantes universitarios peruanos 15 soles
Niños 6 soles

Los precios pueden variar con el tiempo, por lo que se recomienda verificar en la boletería antes de la visita.

Horarios

El monasterio abre todos los días de 9 a.m. a 5 p.m. salvo, el Viernes Santo, el 25 de diciembre y el 1 de enero. Lo mejor es visitarlo por la mañana, cuando hay poca gente y los colores de los muros se acentúan con la luz matinal.

Los recorridos guiados en español e inglés explican la historia, el arte y la vida diaria que se desarrolla en el convento.

monastery of santa catalina

Atracciones cercanas en Arequipa

La visita a Santa Catalina puede ser el lugar de partida ideal para visitar otros lugares de interés de de la ciudad de Arequipa.

Mundo Alpaca:

Muy cerca del monasterio Santa Catalina, podemos encontrar esta institución que es un centro educativo en el que se trabaja con alpacas y llamas, con demostraciones de técnicas de tejido y tintes andinos tradicionales.

Museos de Arequipa:

En los alrededores hay varios museos como el Museo de la Catedral, el Convento de Santa Domingo y el Museo de Arqueología de la Universidad Católica Santa María donde puedes apreciar el arte religioso, las obras coloniales y los objetos precolombinos.

Cañón del Colca:

En tres horas y media de distancia de Arequipa, el Cañón del Colca está considerado uno de los cañones más profundos del planeta. Desde sus miradores es posible observar el despegue de los cóndores andinos, recorrer los pueblos tradicionales, y disfrutar de maravillosos panoramas naturales.

Nearby Attractions in Arequipa

Preguntas frecuentes sobre el Monasterio Santa Catalina en Arequipa

  • Puedes llegar caminando desde la Plaza de Armas en apenas unos minutos. El convento abre de lunes a sábado de 10:00 a.m. a 5:00 p.m. y ofrece visitas guiadas en varios idiomas.

  • Fue fundado en 1579, por lo que cuenta con más de 440 años de historia, siendo uno de los monasterios coloniales mejor conservados del Perú.

  • Es un convento colonial construido en piedra volcánica, donde viven monjas dominicas desde hace siglos. Hoy funciona como museo y centro religioso, abierto al público.

  • Arequipa es conocida por su arquitectura colonial, sus volcanes y sus edificios de sillar blanco, motivo por el que se la llama la Ciudad Blanca. Entre sus principales atractivos destacan el Monasterio de Santa Catalina y el Cañón del Colca.

  • Sí. El Monasterio de Santa Catalina continúa albergando una comunidad de monjas dominicas que viven en clausura y mantienen las tradiciones de oración y vida comunitaria.

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