Cañón del Colca: El reino del cóndor

Antes de entrar en materia sobre sus pueblos y miradores, es preciso conocer la importancia de la dimensión geográfica del Cañón del Colca, el cual se considera uno de los cañones más profundos del mundo, debido a millones de años de erosión del cauce del río Colca junto con los movimientos tectónicos de la cordillera de los Andes.

Ubicación

El cañón está situado en la región de Arequipa, a unos 160 kilómetros al noroeste de la ciudad blanca, y presenta dimensiones de unos 70 kilómetros de largo y una profundidad que llega hasta los 3,400 metros de profundidad, siendo casi dos veces mayor que el Gran Cañón de Colorado en Estados Unidos.

El río Colca cruza el valle, dando lugar a terrazas fértiles y pequeños pueblos que parecen suspendidos entre montañas. El origen de estas terrazas se remonta a las culturas preincaicas de los Collaguas y los Cabanas y hoy en día, continúan siendo cultivadas por los hombres de la actualidad, lo cual nos da cuenta de la sabiduría agrícola al igual que la adaptación del hombre a las alturas de los Andes peruanos.

Clima y mejor época para visitar

En el Cañón del Colca, el clima varía según la altura, ya que en las zonas superiores los días suelen ser soleados y los cielos despejados, pero, en cambio, las noches son frías, especialmente en torno a Chivay o en los pasos de montaña. En las zonas inferiores, en cambio, la temperatura es más cálida y hay más abundante vegetación.

El momento propicio para visitar el Colca es entre abril y noviembre, que es la temporada seca, ya que el cielo azul intenso y los caminos son más transitables. La época de diciembre a marzo, en cambio, la lluvia tiende a volver más verde el paisaje y hace que los ríos crezcan, por lo que también se puede ofrecer un espectáculo muy diferente del Cañón, ideal para los amantes de la fotografía y el sosiego.

Desde tiempos prehistóricos, el Colca era un lugar habitado por los habitantes de este lugar que tiene una gran tradición, cuyas terrazas, templos y tradiciones narran historias de las culturas ancestrales preincaicas que sabían cultivar y vivir en plenos términos con la naturaleza y adaptar a sus posibilidades.

Civilizaciones antiguas

El valle del Colca fue el hogar de los Collaguas y los Cabanas antes de la expansión del Imperio de los Incas, dos culturas que nos han dejado un legado espectacular en cuanto a la ingeniería agrícola y la espiritualidad andina. Estas culturas crearon canales de riego y andenes de piedra que permitieron aprovechar las laderas más inclinadas del cañón.

Estas culturas preincaicas también dejaron cerámicas, petroglifos y chullpas (torres funerarias) que testimonian su cosmovisión. Para estos pueblos, el Colca y sus montañas eran lugares sagrados, el hogar de los apus, los espíritus que protegen un entorno sagrado en el que se aseguraba la fertilidad de la tierra y el equilibrio entre la tierra y el cielo.

Época colonial y actualidad

La llegada de los españoles marcó el momento en que se fundaron nuevas villas como Chivay, Yanque y Coporaque, donde se levantaron iglesias barrocas andinas que hoy en día forman parte del atractivo cultural que tiene el valle.

Durante siglos, el Colca fue continuando su faceta agrícola convirtiéndose en uno de los grandes destinos turísticos del Perú. En la actualidad, su gente sigue practicando ancestrales costumbres, cultivando la tierra y recibiendo a los viajeros con hospitalidad y orgullo.

El Cañón del Colca es un lugar de contrastes. Los picos cubiertos de nieve y los valles con climas templados son lo contrario. Este ecosistema varía muy rápidamente en pocos kilómetros. Así, se trata de un lugar ideal para los amantes de la naturaleza y la observación de la fauna.

Flora y Ecositema

La vegetación del cañón depende mucho de la altitud. En la parte más alta se encuentran los pastos andinos de ichu y algunos árboles nativos como la queñua, que resiste las extremas cantidades de frío. En las partes bajas del cañón crecen los cactus, tolas y arbustos, mientras que en los fondos del valle el suelo para sembrar es muy fructífero y permite cultivar maíz, papa, quinua, cebada.

Al borde del río Colca crecen plantas y flores pequeñas que llenan de colores el paisaje cuando llueve. Este mosaico de ecosistemas hace del Colca un laboratorio vivo, donde las especies únicas de fauna y flora se dan en el clima extremo.

Fauna y el Vuelo del Cóndor

El verdadero protagonista del Cañón del Colca es el cóndor andino, la mayor ave voladora. Con una envergadura que alcanza más de tres metros, tal como el cóndor se erige como el símbolo de los Andes y planea sobre el aire del cañón en búsqueda de alimento.

El mejor lugar para observarlos es el mirador Cruz del Cóndor, donde a primera y última hora del día se pueden ver estas aves que surcan el cielo a escasos metros del observador. Junto con los cóndores, en la zona habitan alpacas, vicuñas, zorros andinos, águilas, patos serranos y pequeños colibríes. Todos ellos necesarios para el equilibrio ecológico del lugar.

El valle cuenta con un amplio espectro de actividades que se adaptan a sus deseos de aventura y de disfrute de la naturaleza, o bien de experiencias culturales genuinas.

Caminatas y deportes de aventura

La mejor forma de conocer la grandeza del Colca es, sin duda, el senderismo. Prácticamente todo el Perito Colca goza de rutas de distintos niveles de dificultad hacia la parte baja del cañón. De entre todas ellas, destaca la que va hacia el Oasis de Sangalle, un pequeño Edén natural caracterizado por la vegetación tropical y las piscinas naturales propicias para un buen reposo tras largos paseos y caminatas.

Los más aventureros pueden optar por disfrutar de los descensos en bicicleta de montaña, así como de las rutas a caballo y el rafting en el río Colca. Todas las rutas ofrecen vistas específicas de las paredes de los acantilados, volcanes y terrazas de cultivo de años en los que la agricultura se orientaba hacia la explotación del terreno.

Aguas termales del Colca

Luego de una jornada de senderismo, no hay mejor manera de descansar que en las aguas termales de La Calera, cerca de Chivay. Estas piscinas naturales de aguas minerales alcanzan temperaturas de confort y se cuenta que tienen propiedades saludables.

El baño bajo el cielo estrellado, con las montañas a su alrededor, es un baño que combina el descanso, la conexión, la alegría de la naturaleza andina. Hay también otras termales en Yanque o Coporaque, pero son menos populares pero revitalizantes.

Más allá de su belleza natural, el Colca también es la tierra donde la cultura viva andina todavía está presente a través de sus pueblos que han conservado sus antiguas tradiciones y modos de vida.

Pueblos andinos y tradiciones

Pueblos como Yanque, Cabanaconde y Coporaque que cuentan con grandes muestras de autenticidad, de un modo de vida en el que, durante los mercados de las plazas, las mujeres aparecen vistiendo sus típicos trajes de color muy vivo para vender productos frescos, en sus mercados de productos hechos a mano, por ejemplo, durante las fiestas de los patronos, de música y danza, y procesiones; fiestas de la mezcla de la religión católica y la espiritualidad andina, que está muy presente.

El turismo rural comunitario es una experiencia en crecimiento donde los viajeros pueden dormir en la casa de las familias locales, aprender técnicas de tejidos o participar en la cosecha, compartiendo aquello que es cotidiano, el Perú profundo y tradicional.

Geoparque Mundial del UNESCO

En el año 2019, la UNESCO incluyó al Geoparque Colca y Volcanes de Andagua en la lista de Geoparques Mundiales, en virtud de su sorprendente y extraordinaria riqueza natural, geológica y cultural. Este reconocimiento responde al deseo de preservar los paisajes volcánicos, los valles, las formaciones geológicas y el patrimonio cultural de este lugar; y pretende fomentar un turismo responsable y sostenible que favorezca a sus pueblos. Desde el geoparque podemos ver volcanes en fase activa, ríos, lagunas y pueblos que cuentan la historia geológica de los Andes y la resistencia de los hombres que la habitan.