En la parte alta de la cordillera de los Andes del sur de Perú, en los Andes peruanos, se halla uno de los mayores espectáculos que brinda la naturaleza en nuestro continente: Vinicunca, la montaña de siete colores o la montaña arcoíris. Este hecho geológico sorprende a los turistas y los viajeros de todo el mundo con la enorme cantidad de rojos, verdes, amarillos y violetas que se extienden por sus laderas y por la amplitud del camino que hay que recorrer, como si la naturaleza misma hubiera pintado un lienzo tan grande.
Vinicunca, situada en la Cordillera del Vilcanota a unos 5,200 metros sobre el nivel del mar, se ubica al sureste de la ciudad de Cusco y puede ofrecerte una de las mejores vistas paisajísticas en la cordillera de los Andes. La llegada a la cima no se reduce a una simple caminata, sino a una experiencia espiritual, a un encuentro con la fuerza y la energía de los Andes peruanos.
Origen geológico y significado
La historia de la Montaña de siete Colores de reciente aparición para el turismo es, no obstante, milenaria para la Tierra, ya que, durante siglos estuvo recubierta por una gruesa capa de hielo y nieve que ocultaban sus colores, hasta que el deshielo de la década de los años noventa fue desvelando los colores de su singular belleza multicolor. Desde entonces, la Montaña de siete Colores se ha convertido en uno de los lugares más impresionantes que todo el mundo ha fotografiado.
¿Cómo se formó la Montaña de Siete Colores?
Hacía unos millones de años, toda la zona que hoy en día comprende Vinicunca, estuvo cubierta por mares y lagos. Con el tiempo, esos mares y esos lagos fueron depositando capas de sedimentos de minerales que fueron compactados poco a poco. Después de ello, el movimiento de las placas tectónicas elevaron la cordillera de los Andes, que con la erosión provocada por el hielo, la lluvia, y el viento, las capas fueron llevadas a la superficie, mostrando así, toda la gama de colores extraordinarios que hoy podemos observar.
Los minerales como el hierro, el azufre, el cuarzo, el cobre formaron una paleta de colores natural, desde el rojizo hasta el rosado, desde el verde hasta el amarillo o el violeta, y la acción de la oxidación más su exposición al aire acabaron de formar a Vinicunca.
¿Qué significa “Vinicunca”?
La denominación de Vinicunca proviene del quechua: wini significa “colorado” y que kunka quiere decir “cuello” o bien “paso de montaña”, razón por la cual se traduce como “montaña del cuello de colores”. Sin embargo, también es conocido como Cerro Colorado, nombre usado por los pobladores locales, para referirse a la montaña y a los grados matizados que tiñen sus crestas.
Para las comunidades andinas, Vinicunca no solo es una maravilla natural, sino también un lugar sagrado. En su cosmovisión, se considera que las montañas, o apus, son seres protectores, espíritus guardianes, que establecen la conexión entre el cielo y la tierra. Ascender hasta Vinicunca representa para muchos un acto espiritual y de respeto hacia la Pachamama (Madre Tierra).

El origen de los colores de Vinincunca
El espectáculo de colores de la Montaña de Siete Colores se debe única y exclusivamente a la composición mineral de los diferentes tipos de roca que la conforman. Cada tono es un tipo de mineral almacenado a lo largo de millones de años.
Los científicos han descrito los siguientes orígenes del color:
- Rojos y rosas: se derivan de óxidos de hierro.
- Verde: se propagan a partir de clorita y óxidos de cobre.
- Amarillos y marrones: surgen como consecuencia de limonita y azufre.
- Blancos: se derivan de la presencia de cuarzo y arenisca.
- Violetas o lilas: se producen mediante la mezcla de marga y cenizas volcánicas.
Cada una de las franjas de color tiene una historia geológica que contar, escrita con el paso del tiempo y las fuerzas de la naturaleza. Así, a merced de la luz del día o del tipo de clima, los colores van variando en intensidad, dando lugar a un paisaje que no volverá a ser igual dos veces.
Ubicación, altitud y accesibilidad
Vinicunca se localiza en el distrito de Pitumarca, en la provincia de Canchis en la región del Cusco. Vinicunca, forma parte de la Cordillera del Vilcanota junto a la gran montaña Apu Ausangate, que es conocida como una de las montañas más sagradas del mundo andino.
¿Dónde está la Montaña de Siete Colores?
A 100 kilómetros al sureste de la ciudad del Cusco se encuentra la Montaña de los Siete Colores. En virtud de su cercanía, es uno de los circuitos más conocidos que se pueden visitar en un día, ya sea en tour guiado o de forma independiente.
Altitud y clima
La altitud de la cumbre de Vinicunca es de 5,200 metros sobre el nivel del mar, de forma que las condiciones atmosféricas pueden cambiar rápidamente. Las mañanas suelen ser frías, la fuerza de los vientos puede ser significativa y la temperatura puede bajar bajo cero en cualquier época del año.
La mejor época para visitar es durante la estación seca de mayo a septiembre, ya que los cielos no están cubiertos por nubes y los colores se aprecian con más intensidad. En la temporada húmeda, de noviembre a marzo, el paisaje es más verde, pero las nubes y el barro pueden dificultar el ascenso.

Cómo llegar a Vinicunca desde Cusco
La viajes hasta Vinicunca es un viaje panorámico que mezcla tramos por carretera y una caminata, a través de comunidades del mundo rural andino, valles andinos y paisajes elevados.
Desde Cusco
La ruta comienza en la ciudad del Cusco. El bus o vehículo turístico, que suele emplear la mayoría de los viajeros, para el trayecto hasta el pueblo de Cusipata, a unas dos horas y media de distancia de la ciudad. Desde entonces una carretera secundaria te lleva al punto de partida de la senda, Phulawasipata, donde comienza la caminata, de unos cinco kilómetros.
La subida dura entre hora y media y las dos, en función del ritmo y de la aclimatación del viajero. Durante el recorrido se pueden ver alpacas, llamas y pastores locales con su vestimenta tradicional, así como extensas vistas de la Cordillera del Ausangate.
Rutas disponibles
Las dos formas más importantes de alcanzar el mirador de Vinicunca.
- La primera de ellas es la clásica ruta de la caminata tradicional: es la caminata tradicional que se hace desde Phulawasipata hasta la cima, la mejor alternativa para quienes desean disfrutar del entorno natural paso a paso, al ritmo de los tiempos de la naturaleza.
- La segunda alternativa es la ruta en cuatrimoto (ATV), opción incluida en algunos tours, que permite recorrer gran parte del camino sobre ruedas, lo que implica el consiguiente ahorro de esfuerzo físico y tiempo de camino. Las dos rutas ofrecen unos paisajes espectaculares,
pero la caminata permite una conexión más intima con los elementos del entorno.

Dificultad y recomendaciones
La caminata hacia la Montaña de los Siete Colores es absolutamente inigualable pues une aventura, cultura y naturaleza en una misma línea; cuadros de una postal que se estampan en la retina. Aún así, por su altitud, hay que contar con unas etapas a seguir; la preparación mínima y un ritmo de marcha tranquilo y pausado.
Nivel de dificultad
La caminata que nos lleva a ella se considera de nivel medio dificultoso no por la distancia, sino más bien por la altura de la cual se goza. Es más, el camino está bien señalizado y no resulta para nada empinado, sí bien, notaremos que el aire es más fino y la falta de aire en la altitud puede llegar a hacer que estén cuando adquiramos el esfuerzo.
Por ello, es recomendable una aclimatación en Cusco al menos durante 2 días antes de hacer la caminata, beber mucha agua, no beber alcohol ni azúcares e ir despacio. Hay que cuidar cada paso, ir disfrutando del paisaje y del silencio andino.
Consejos útiles
Excursión a Vinicunca. Visitar Vinicunca es más reconfortante y divertido cuando uno va bien preparado. Algunas recomendaciones básicas para la excursión:
- Llevar suficiente agua y algunos refrigerios o tentempiés ligeros como fruta, frutos secos o barritas energéticas.
- Masticar hojas de coca o tomar caramelos de coca para prevenir el mal de altura.
- Llevar zapatos de trekking cómodos y con buena adherencia porque el terreno puede ser resbaladizo
- Viste por capas de vestimenta, pues el clima cambia de manera rápida, van de mañanas frías a tardes soleadas.
- No te olvides del protector solar, sombrero y gafas de sol.
- Lleva también un impermeable o poncho, así llueva como si no lloviera (incluso si la temporada es seca).
- Camina a tu propio paso, de vez en cuando respira y no dejes de admirar el paisaje.
Tomar en cuenta estas indicaciones te permitirá disfrutar al máximo de la experiencia, además de apreciar uno de los paisajes más impresionantes que tiene el Perú, incluso en el marco de una gran seguridad.

Preguntas frecuentes sobre las Montaña de los siete colores
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Está en la cordillera de los Andes, a unos 100 km al sureste de Cusco, cerca del nevado Ausangate. La mayoría de tours parten desde Cusco y llegan al punto de inicio de la caminata en el pequeño poblado de Phulawasipata.
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El recorrido es moderado a exigente, principalmente por la altitud (5,200 m). La pendiente no es muy fuerte, pero el aire es delgado y el esfuerzo se siente más. Por eso se recomienda aclimatarse al menos dos días antes.
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El mejor momento para visitar la Montaña de Siete Colores es durante la temporada seca (mayo a septiembre). Los días son más claros y el paisaje luce en todo su esplendor. En temporada de lluvias (noviembre a marzo), el camino puede volverse resbaloso, aunque el entorno se llena de verde.
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Puedes ir en un tour organizado, que incluye transporte, guía, desayuno y almuerzo; o hacerlo por tu cuenta: bus hasta Cusipata y luego un taxi o van hasta Phulawasipata. Desde ahí comienza la caminata final de unos 5 km.
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Lleva ropa abrigadora, zapatos de trekking, bloqueador solar, gorro, guantes y agua suficiente. No olvides tu cámara: los colores de Vinicunca Perú son de los paisajes más espectaculares de los Andes.